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Israel y Arabia Saudita ¿Es posible la normalización entre estos dos estados?


Israel y Arabia Saudita en el mapa. Infografia de Wikipedia

Durante este ultimo tiempo hemos sido testigos de un acercamiento entre Israel y el reino de Arabia Saudita, y si bien muchos de los artículos publicados sobre el asunto remarcan con ejemplos los distintos encuentros secretos y no tan secretos entre las dos naciones, hay que tener bien en claro que por mas que esto nos otorgue una sensación positiva, existen obstáculos que no nos permiten cantar victoria todavía.

Si nos fijamos bien, este acercamiento no es casual, recordemos que el reino Saudita tiene compromiso con la Autoridad Palestina y por esa razón fue uno de los críticos más importantes sobre las políticas llevadas por Israel. Hoy, esto parece cambiar y podemos notar que existe un contacto entre Jerusalén y Riad pero ¿por qué esto no se hace público o se confirma de una vez?

Es verdad que con el crecimiento de Irán y su influencia en el Medio Oriente, Arabia Saudita ha perdido protagonismo como el país líder de la zona o mejor dicho del mundo islámico, el Reino Saudita quien siempre fue visto como la potencia del Islam hoy se encuentra frente a la amenaza iraní, país que tomó el control dentro de países árabes como el Líbano o Siria y además utiliza su poder para amenazar la seguridad de los países oponentes a su régimen.

Es aquí donde Israel y Arabia Saudita tienen un denominador en común, el sentirse amenazados. Sin dudas esto fue lo que logró crear el primer acercamiento entre los dos países, sin embargo existen obstáculos los cuales impiden que estas relaciones logradas hasta la fecha no sean todas conocidas popularmente.

Lo que si podemos decir es que el heredero del trono Saudita Muhámad bin Salmán no expresó nada sobre algún tratado específico con Israel, sí confirmó que su gobierno tiene contactos con entidades israelíes, y siendo así notamos que esta es una etapa que por primera vez un país árabe con el cual Israel no firmó un tratado de paz expresa su interés por iniciar contactos diplomáticos.

Lo que intentare hacer en este artículo será analizar estas relaciones, hasta qué punto son reales y si de verdad se podrá llegar a considerar tener relaciones diplomáticas entre Jerusalén y Rihad, ¿cuál sería el beneficio para las dos partes?

Israel tiene solo dos acuerdos de paz con países árabes, Egipto y Jordania. Estos acuerdos no trajeron la amistad soñada, porque fuera del acuerdo, tanto la sociedad jordana como egipcia nunca mostraron tener simpatía con Israel, pero si hay que reconocer que con estos dos países las fronteras se mantuvieron en silencio porque se respetaron los artículos del tratado mismo los cuales beneficiaban a las dos partes, en especial en temas económicos.

La realidad nos muestra que la paz soñada la cual se basa en los códigos de la amistad, esta muy lejos todavía de concretarse, menos aun bajo la cultura política de los gobiernos de Medio Oriente. Frente a Arabia Saudita no hay excepciones, nuestras relaciones se basarán en los siguientes intereses:

Interés político

El interés político sería el más notable seguramente a simple vista, y es que cada tanto podemos leer algún que otro artículo que habla de cómo el Reino Saudita está comenzando a cambiar su política exterior, esto se puede notar con acuerdos como por ejemplo, permitir a Air India volar por el cielo saudita hacia Israel ida y vuelta.

Ahora el interés principal de Arabia Saudita es de seguro acercarse a Occidente, y sabe muy bien que para eso necesita una buena relación con Israel, en cuanto Israel desea normalizar sus relaciones e imagen frente al mundo árabe, la pregunta es ¿sería esto posible a corto plazo? La respuesta es, no.

Arabia Saudita bien sabe que si quere mantener su status de país líder en Medio Oriente, tendrá que convertirse en un jugador clave dentro del conflicto palestino-israelí, y por el momento hasta que no se vea un avance significativo sobre este asunto prefiere mantenerse al margen y no mostrar del todo su relación con Israel.

Seamos realistas, es verdad que Arabia Saudita nunca participó en ningún enfrenamiento bélico contra Israel cada vez que existió alguna que otra tensión militar en la zona, pero esto no quiere decir que sean simpatizantes de Israel, incluso sus declaraciones siempre fueron en contra del país sionista y hasta algunas de tono antisemita, pero al ver que durante la historia ningún ejercito logró derrotar a Israel hizo que se replanteen las relaciones diplomáticas.

En 1981 Arabia Saudita realizó junto con la Liga Árabe la cumbre para la paz regional donde se le proponía a Israel llegar a un acuerdo con la condición de devolver los territorios conquistados en la guerra del 67', pero por más que el resto de los países árabes aceptaron la propuesta y se comenzó a dialogar, la guerra contra el Líbano en 1982 paralizó todo tipo de intento.

Veinte años más tarde Arabia Saudita intento crear de nuevo junto con la Liga Árabe otra cumbre de la iniciativa para la paz, pero esta vez la segunda Intifada palestina fue el obstáculo que detuvo el plan. Sin embargo, se logró realizar encuentros detrás de las bambalinas por ejemplo, durante el año 2016 cuando Israel recibió la primera delegación saudita compuesta por académicos y empresarios, y aunque esto fue expuesto en los medios de comunicación no hubo ninguna declaración oficial por parte de los gobiernos, así y todo sabemos que para organizar una delegación de este tipo, se tuvo que obtener el permiso del Reino Saudita. Evidentemente, lo poco que se consiguió hasta ahora fue bajo la realidad de los cambios políticos que obligó a Arabia Saudita a buscar nuevos aliados, entre estos Israel.

En resumen, podemos abreviar que la política exterior saudita se basa en dos tipos de estrategias, y esto es algo que debemos tener en cuenta si queremos entender cómo este país se mueve en el terreno político. La primera sería la agresiva, la más activa, como lo demuestra con Yemen donde se manifestó militarmente, o boicotear de forma pública a Catar como también influenciar dentro del gobierno libanés para lograr la renuncia del ex Primer Ministro Saad Hariri, y por su puesto la manera pública en que condena a Irán. Por otra parte está la segunda estrategia, y es aquí donde Occidente con Israel de por medio entran en el juego. En esta estrategia juegan pocos jugadores, un grupo limitado cercano al príncipe Saudita quienes de manera silenciosa logran reunirse con representantes políticos del gobierno israelí, esto se trabaja de esta manera en especial para no altertar al resto de las comunidades árabes en el mundo, recordemos que Arabia Saudita tiene que cuidar su imagen frente al resto de los países de Medio Oriente, quienes darían una fuerte crítica, algo que el país deseoso de ser la potencia de la zona no se puede permitir.

Cooperación estratégica y militar

Como remarqué desde el principio, Arabia Saudita ve a Irán como un enemigo poderoso. Este último es un país que amenaza a la paz mundial, pero hay que entender como creció la influencia de Irán en otras partes del mundo, en especial en el mundo islámico, donde la amenaza principal para el gobierno saudita se basa en lo social, estamos hablando de cómo creció la rama chiíta del Islam. Esto último no es algo conveniente, esto podría traducirse en el nacimiento de nuevos movimientos jihadistas que puedan atentar contra la vida civil, algo que Arabia Saudita sabe que a largo plazo el peligro puede ser real aunque a simple vista no lo veamos y en el caso que así sea el Reino saudita corre un gran peligro. En este caso, las relaciones con Israel podrían ser muy positivas, si nos fijamos que al margen de los Estados Unidos, Israel es el único país que tiene la capacidad de poder enfrentar a Irán, de ahí su importancia.

Por el momento Arabia Saudita se niega a toda cooperación militar con Israel ya que esto podría afectar su imagen de país líder del mundo árabe. Una cooperación militar entre estos dos países podría ser el paso más significante frente a esta realidad, pero hasta el momento existen ciertas limitaciones que se imponen y no permiten que estos dos países puedan trabajar de manera libre. Por el otro lado Israel también tiene sus inconvenientes, esta cooperación militar no es algo muy claro, hay que saber distinguir a los enemigos y por el momento la única amenaza en común sería Irán, Israel no tiene ningún interés de ser parte de la guerra en Yemen donde Arabia Saudita tiene una presencia militar, a esto por su puesto hay que sumarle que Israel se opone a que Arabia Saudita se convierta en una potencia de fuerza nuclear, y es obvio ya que esto podría afectar a la superioridad estratégica del ejercito israelí.

Ahora, en el caso que exista o existiera en el futuro una cooperación militar los dos lados podrían beneficiarse, Israel necesita a Arabia Saudita por su punto estratégico en la zona en el caso de que se necesite el cielo de Arabia para atacar a Irán, un acuerdo así favorecería a Israel también a nivel marítimo donde podría colocar una flota o barcos que sirvan con sus tecnologías como sistemas de espionaje, esto mismo se podría activar a nivel aéreo. Por el otro lado, Arabia Saudita podría ser parte de estos operativos y recibir información a través de un trabajo en conjunto para recibir información del enemigo, algo que sin duda lograría disuadir futuros ataques.

Interés económico

Justamente para sorpresa de muchos el interés económico no se le presta tanta atención o quizás no exista. Según el informe semanal "Bloomberg Business week" podría existir la posibilidad de que Israel y Arabia Saudita estén cooperando para una cyberguerra, después de que la computadoras de empresas petroleras fueran atacadas por el 2012. El informe nos cuenta que las empresas que están trabajando en Arabia son israelíes, las cuales trabajan a través de compañías subsidiarias en EE.UU. o Europa, y así no se declara esta relación públicamente. Por una parte Arabia Saudita niega toda relación con Israel e Israel cada tanto comenta sus relaciones con Arabia Saudita, por esta razón todo esta muy confuso sobre las relaciones.

Por fin el pasado abril del 2018 el príncipe Saudita manifestó en una entrevista para Atlantic Magazine su admiración por el desarrollo económico que Israel ha logrado y explicó el potencial que podría existir si se lograra la paz. Bajo este marco se está pensando otorgar visas de trabajo para árabes israelíes que quieran trabajar en Arabia Saudita, y la autorización completa de poder volar por espacio aéreo. Un acuerdo económico entre estos dos países podría lograr proyectos de gran escala en la zona como, agricultura, agua y más. Si Arabia Saudita dependiera menos de la opinión pública árabe, estos proyectos podrían ser de gran provecho para el Medio Oriente, y poder dar una gran imagen a los lideres árabes frente al mundo Occidental.

Tomaremos como ejemplo las relaciones entre Israel y Jordania después del acuerdo, como gracias a los tratados de paz se puede cambiar la calidad de vida. Con la propuesta israelí de crear el proyecto "Trenes por la paz mundial" el cual unirá a Jordania con Arabia Saudita y países del Golfo, esto convertirá a Jordania en un centro comercial y de transporte. El proyecto unirá también a los palestinos hasta el puerto de Haifa y al resto de los países árabes al mar Mediterráneo, ni hablar de la gran oportunidad que esto representará para Israel.

Para Israel un acuerdo económico con Arabia Saudita sería una gran oportunidad, en especial empresas de seguridad, energía etcétera.

Por el acercamiento regional Israel lograría ahorrar millones de dólares en el traslado de equipos y empresas y no seguir haciéndolo a través de EEUU o Europa, y Arabia Saudita podría utilizar a Israel para mejorar su sector privado. Israel podría aportar en innovación, educación y mejorar el mercado laboral.

También, pensemos en el desierto saudita el cual fue bendecido por grandes reservas de petróleo, pero seco completamente de agua. Aquí Israel podría aportar en el desarrollo agrícola si se lograra un acuerdo de cooperación económico, Israel podría enviar sus tecnologías de riego y buscar nuevas fuentes de agua como como lo hizo consigo mismo. Ahora entendemos el potencial que esto representa.

La influencia del conflicto Israel-palestinos en las relaciones con Arabia Saudita

Las últimas actitudes del Príncipe Saudita muestran que está dispuesto a cambiar la imagen de su país de punta a punta. Arabia Saudita ya no es la potencia que se basaba en el petróleo, o el país que defiende el Islam radical, hoy es un país productor y más liberal en su conducta diplomática, abierta al mundo y atractiva para el inversor extranjero, una oportunidad para Israel y viceversa.

El problema surge cuando nos damos cuenta que al mismo tiempo que estamos esforzándonos par poder solidar estas relaciones, no podemos dejar de lado el conflicto con la Autoridad Palestina, aunque es obvio que los intereses de Arabia Saudita son más importantes y bien podría pasar por encima la causa del conflicto en si, aunque por el momento no es así y el Reino Saudita no parece querer renunciar al conflicto Israel-palestino.

Por el momento no se ve ningún avance realista donde sea vea un camino ordenado y seguro hacia la paz entre israelíes y palestinos, sin duda un asunto que está pendiente en el Medio Oriente si realmente se quiere "normalizar" la zona con tratados de paz.

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