El ocaso del Imperio Otomano, el nacimiento de la nueva era en Medio Oriente
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Durante su larga historia, el Medio Oriente ha pasado por distintas etapas. Su legado nos revela historias desde la era antigua. La zona tiene como patrimonio libros escritos con todo lo interesante, lo místico y lo sagaz posible de encontrar en ellos, fuentes de las grandes creencias que fundamentan las tres religiones mas importantes, todo esto hasta llegar a la nueva era que conocemos, donde el juego político concibió los eventos que marcaron el resto de la historia hasta el día de hoy.
Relatos y etapas del Medio Oriente existen demasiados, pero de seguro la etapa que mas recordaremos es la que lideró el Imperio Otomano. Este imperio marcó un antes y un después de la historia, ya que el Imperio Otomano se remonta desde la era Antigua pasando por la Edad Media y vio su fin recién en la era moderna en el siglo XX.
La decadencia del Imperio fue el resultado de numerosos conflictos entre Occidente y Medio Oriente, pero al respecto existe una historia que no se contó mucho y esto toca a la política interior, las disputas que debilitaron el liderazgo, como también la influencia occidental que trajo los cambios políticos los cuales lograron cambiar o influenciar a una tradición de años de trabajo, "El Sultanismo".
Desde su nacimiento, el Imperio Otomano tuvo el problema de definir bajo cuál término cultural debía reflejar la imagen del mismo. Si bien el Imperio basó su identidad en la religión musulmana, esto tuvo cierto choque con la tradición turca durante los 600 años que duró el mismo. Tengamos en cuenta que el liderazgo se encontraba en Turquía, una zona con costumbres y tradiciones ya establecidas mucho antes de la llegada del Islam. El Islam llego a Turquía de la mano de Ertogrul, quien huía con su tribu (Kayi) de la persecución de Mongolia contra los musulmanes.
Al llegar a Anatolia (Turquía) Ertogrul, comenzó con la conquista dentro de la sociedad y en las esferas políticas logrando un poder el cual heredó a su hijo, Osman I quien fundó el Imperio Otomano (Osman=Othman=Otman-Otomano) de aquí podemos entender el origen de su nombre.
Las relaciones problemáticas entre la cultura turca y el Islam
Las diferencias entre la cultura turca frente al resto del Islam, fue siempre problemática, esto se veía en el momento que se tenía que dar cierta importancia a las tradiciones turcas, cuando el terreno que gobernaba en su mayoría se basaba en la cultura islámica-árabe. Esta discusión, por más simple que parezca desató los primeros enfrentamientos entre la población otomana contra su gobierno que precedía en Turquía a principios del siglo XX. El liderazgo del imperio estaba bajo el mando del Sultán, quien a su vez se veía amenazado por sus propios hermanos en sangrientas luchas de poder. Es importante marcar esto para entender parte de las razones que debilitaron al imperio.
El Sultán, el líder absoluto
Desde su primer día hasta su desintegración, el Imperio Otomano estuvo bajo la severa mano del Sultán. El progreso del imperio, su crecimiento como también el momento de enfrentar momentos difíciles, se veía en el resultado final que estaba caracterizado por el nivel carismático del Sultán líder de momento.
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El Sultán Soliman, más conocido como "Soliman el Magnífico", fue el último Sultán que logró ver los días de oro del imperio otomano.
Dicho Sultán, conocido por Occidente por su gran interés por la ciencia, la filosofía y habiendo sido una personalidad carismática en su época, lideró los más extensos territorios pertenecientes al imperio antes de que éstos fueran arrebatados años después de su muerte, lo que sí podemos decir es que Solimán encabezó la última etapa de uno de los imperios más poderosos que vio la historia, pero, ¿qué fue lo que debilitó al Sultán? ¿Cómo comenzó su decadencia?
La decadencia del Sultán
Como comenté al comienzo, con la muerte del Sultán comenzaba una guerra interna entre sus hermanos, que hasta el momento estaban a cargo de las distintas provincias o condados. Nombrado el nuevo Sultán, el mismo terminaba por masacrar al resto de los hermanos que sobrevivían. Esta cruel realidad llegó a su fin con la muerte de Soliman, quien tomó la decisión de pasar su liderazgo a su sobrino, hijo mayor del hermano que le seguía. El pase de riendas de poder fue dado en adelante bajo este sistema, en el que jóvenes sultanes sin experiencia ni carisma comenzaron una ola de fracasos que marcaron el principio del fin.
Las primeras decadencias se vieron en el campo militar, el mal liderazgo y la falta de experiencia en temas relacionados con este rubro, logró deteriorar los batallones más importantes, dejando al imperio sin una fuerza relativa que pueda protegerlos, los primeros que se vieron afectados fueron los Jenízaros.
Los Jenízaros, eran una fuerza militar que llevó al Imperio a lo más alto en el terreno de batalla. Sin dudas, este ejército de infantería tenía en su pasar un gran patrimonio de reconocimiento histórico por su grandes victorias, algo que no duró mucho después de Soliman. La política otomana se tornó corrupta, los jenízaros dejaron de combatir en las fronteras para ser parte de los conflictos internos en los cuales al no tomar el lado adecuado bien eran despojados de sus puestos y derechos. Parte de su colapso se basó en no querer aceptar las nuevas tecnologías y armamentos, las cuales comenzaron a utilizar sus enemigos.
Debemos entender que, sin la fuerza de los jenízaros el imperio otomano quedó sin una fuerza militar relevante, algo que tendrá consecuencias en el futuro. Esta fue la oportunidad que vieron los enemigos del imperio, y no se equivocaron.
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Ahora, los que dicen también que las diferencias con el Occidente avanzado fueron dejando atrás el desarrollo del Medio Oriente, tienen razón. Bien debemos recordar, que desde la llegada de Napoleón a Egipto a finales del siglo 18, comenzó una era en la cual llevó a una competencia entre estos dos mundos tan distintos. El mundo árabe, visto amenazado por el mundo moderno que ofrecía Occidente, comenzó ya en esa época un nuevo sistema de guerra, y el miedo no venía por una posible conquista de tierras, sino por una conquista cultural que logre borrar la tradición islámica.
Tanzimat, la etapa que cambió una manera de pensar
El siglo 19 siguió siendo una etapa importante donde se vieron cambios significativos en el Imperio Otomano. La famosa etapa conocida en su idioma como Tanzimat (reformación), fue la época que lideraron los hijos de Mahmud II, Abdulmayid I (1839-1861) y su hermano (1861-1876). Estos dos, junto con los que fueron sus asistentes, son considerados por la historia como, "los reformistas". Bajo este marco, se rectificaron nuevas reglas en distintos rubros tantos económicos, sociales, políticos, educativos y judiciales, los cuales muchos de estos reflejaban la cara del Occidente liberal, por ejemplo: se creó la primera universidad nacional como también escuelas, bajo la inspección del gobierno otomano y no de la elite religiosa, esto pasó también con el sistema judicial, sin duda algo que veremos más adelante en cómo influenció dentro de la sociedad, como también en las esferas políticas.
Las reformas tenían un objetivo, y ese objetivo era de alguna manera acercarse a Occidente. Durante el Siglo 19, el imperio perdió mucha fuerza frente a sus enemigos exteriores, pero el temor creció junto con el próspero liderazgo de Muhamad Ali en Egipto, quien logró con su mandato llevar a ese país a concretar logros como la expulsión de los mamelucos después de sacarle el poder a Napoleón y fue de los pioneros en enfrentar al Sultán reclamando la independencia egipcia.
Las reformas no superaron la crisis en la que vivían, en especial en el ámbito social, logrando dividir la misma en dos, quienes se oponían y, quienes aportaban al cambio. El nuevo gobierno reformista se enfrentó al problema que el imperio sufría desde sus principios, la resistencia por parte de una gran población la cual se oponía a la modernización, lo que en ese momento se veía como una rendición ante el mundo moderno, lo dicho significaba la pérdida del Islam frente al nuevo mundo.
Por otra parte, en los 37 años que duró la etapa de los reformistas, se logró crear una generación que fue creciendo bajo las leyes modernas, una generación de jóvenes que hasta el momento disfrutaban de los nuevos sistemas, entre ellos, ser parte de la universidad nacional sin una influencia religiosa considerable. Estos estudiantes crecieron bajo la imagen de un imperio que les dio una oportunidad para soñar, ellos no conocieron lo tradicional, sino la idea de un sueño que fue borrado con la llegada al poder del Sultán Abdala Al-Hamid.
El Sultán Abdala Al Hamid II trabajó para eliminar todo cambio que trajo la era de los reformistas, llegando incluso a cancelar la constitución moderna. La política del nuevo Sultán se basó en traer de nuevo al escenario político el Islam radical como base de fundamento de la doctrina la cual debía liderar el imperio. Dicho acto despertó la ira entre los estudiantes quienes crearon en el año 1890 el movimiento "Los jóvenes turcos", con el tiempo se convertiría en el partido nacionalista y reformista de Turquía.
Las primeras diferencias, nace el nacionalismo árabe
El movimiento los jóvenes turcos exigía volver a la constitución la cual se había cambiado en el año 1876 con el objetivo de revivir las reformas. Esto último se pudo lograr con la revolución que el movimiento realizó logrando vencer y descolocar al Sultán Abdala Al Hamid II, suceso que logró colocar en el poder al nuevo movimiento juvenil quecon su política despertó las primeras ideas que se convertirían en el futuro nacionalismo árabe.
Con los jóvenes turcos en el poder, no solo se volvió a la constitución de 1876, sino que se creó un gobierno liderado bajo una política nacionalista que ponía como prioridad los valores de la cultura turca, incluso creando diferencias que hasta llegaron a verse como discriminatorias dentro de la sociedad otomana.
La controversia era sobre las mismas reformas pasadas, que se crearon para traer igualdad en la población. Esto se reflejó en el momento que en países como Siria y el Líbano, donde se comenzó a otorgar los mismos derechos a los cristianos que al resto de los musulmanes. El igualitarismo sólo aumento las diferencias religiosas, lo que llevó a sangrientos conflictos entre musulmanes y cristianos, pero más aun en el campo político.
Aunque el imperio otomano se lideraba desde Turquía, hay que tener en cuenta que en el resto del mismo el idioma que se hablaba era el árabe. Pero no solo el idioma era lo importante, también la cultura misma como la literatura o la música, que tiene diversas diferencias con la cultura turca. Con la llegada de los jóvenes turcos al poder, los árabes del Medio Oriente comenzaron con las preguntas claves, ¿Cuál es nuestro lugar en el imperio? ¿Por qué seguir bajo el mando de un liderazgo que no tiene ninguna afiliación a la cultura árabe?
Estas preguntas, junto con el problema de igualdad de derechos que se les dio a los cristianos, crearon los primeros movimientos nacionalistas árabes, los cuales exigían el reforzamiento del Islam. El Imperio Otomano por primera vez se vio frente una ola de opositores emergentes del propio suelo otomano, y no de otras fronteras.
Estos movimientos nacionalistas fueron los que lucharon para obtener su independencia. Si Egipto había comenzado esta batalla ya en el siglo 19, el siglo 20 logró crear una sociedad nueva en el Medio Oriente, pero esta vez más organizada y con una idea más sólida de cómo llegar a su meta. Se crearon periódicos para expandir la ideología nacionalista, académicos que aportaron a la causa y, por supuesto, el aporte de los países occidentales, al ver la oportunidad de penetrar en Medio Oriente otra vez creando el acuerdo Sykes-Picot, el cual utilizando la debilidad en la que se encontraba el imperio otomano, fue el que decidió al fin de la primera guerra mundial deshacer el imperio y dividir el Medio Oriente, con la promesa de darles a las distintas naciones árabes la independencia que tanto pedían.
El imperio otomano vio su fin en el año 1918. La historia que vino después ya la conocemos. El mandato inglés, que aportó a la creación de países que hoy conocemos como Jordania, o el mandato francés que aportó a la creación del Líbano y Siria.
El capítulo de los mandatos en el Medio Oriente, es quizás la entrada a la política en la que vivimos hoy, la historia fue más complicada, y no todo fue fácil, los conflictos siguieron, los mandatos nos supieron liderar bien gran parte de la zona, y aunque nacieron nuevas naciones que tanto anhelaban su independencia, la sensación que quedó en la historia todavía demuestra que en Medio Oriente existe una cultura diferente, con una forma de pensar y vivir distinta a la que Occidente pretende.
La discusión entre el Medio Oriente y el Occidente, sigue siendo el aceptar o no las diferencias, por el miedo del Islam de perder su tradición si se aceptarían las pautas del nuevo mundo. Lo triste hoy, es que no cambió mucho el mundo desde la caída del imperio otomano, y esto sobre todo en el marco cultural.