Bajar más profundo para llegar al jardín del Edén

Bajar más profundo para llegar al paraíso

El punto más bajo en el mundo es el Mar Muerto. En uno de los artículos anteriores me acordé de este precioso lugar y ahora les muestro imágenes en detalle. Uno de mis lugares favoritos de todos los que he visitado es el Mar Muerto. Israel tiene cuatro “mares”, y uno de ellos es el Mar Muerto. Es el lugar más bajo del mundo y su porcentaje de sal es uno de los más altos en el planeta conocido por la humanidad. El lago está situado a una altitud de - 430 metros y sufre de condiciones climáticas difíciles. Cada año se seca por la falta de lluvias en la zona, lo que provoca que el río Jordán no aporte la cantidad de agua que Mar Muerto necesita, hay temperaturas elevadas la mayor parte del año y el uso de sus sales hacen que el mar se empequeñezca aún más. Hoy en día todo el mundo puede encontrar los productos que contienen sales minerales del Mar Muerto, y todos pueden sentir 100 por ciento el placer que transmiten las piscinas de azufre, el fango natural que proviene directamente del mar y, por supuesto, el agua del lago que constituye de por sí un balneario natural que brinda una sensación de descanso cuando uno se mete en él. Debido a que el alto porcentaje de sal permite a las personas flotar en la superficie del mar, permite al cuerpo relajarse. Quien estuvo allí puede atestiguar lo inolvidable y lo mágico de la experiencia. Al igual que la creación del mundo, lo primero era el caos y luego según las escrituras, fue dividida la tierra del cielo, también el sol del amanecer nos muestra una línea que baña los picos de los montes del Jordán que están en el otro lado del mar. Cuando vi que por primera vez esto quedé suspendido durante unos minutos... al ver el mundo despertar a su alrededor cada segundo y a los montes de Judea obteniendo un aspecto diferente dependiendo del cambio del ángulo del sol. Uno de los fotógrafos que he trabajado con él antes, que había fotografiados mis vestidos en el Mar Rojo se dirigió a mí me pidió confeccionar un vestido para un curso que él realiza. El vestido recuerda a uno de baile flamenco y en especial al de una bailarina de flamenco verdadera. Está claro que este proyecto provocó emociones inmediatamente y me puse manos a la obra. Decenas de metros de tela, muchas de horas de trabajo y obtuvimos el resultado que queríamos. El vestido tiene el propósito de servir a este proyecto y no es realmente un vestido para baile de la danza española que todo el mundo conoce, pero sus características similares - tela suave y que vuela al viento, se adecúan perfectamente a nuestra necesidad. Los invito a contemplar a las imágenes para visualizar este sueño que he descrito para ustedes.