La conducta y opinión del mundo árabe sobre la muerte de Shimon Peres
Shimon Peres. Sin dudas fue uno de los políticos más importantes que el estado de Israel haya tenido, por más que dentro de la política israelí no es considerado como un político exitoso, e incluso criticado por sus mismos colegas del partido laborista, con una trayectoria no muy exitosa dentro del mismo. Recordemos los duros enfrentamientos con el difunto Primer Ministro Yitzjak Rabin los cuales perdió, como también frente a otros partidos políticos en que tampoco logró vencer a su rival, Menajem Beguin (Likud) o a Benjamin Netanyahu por el año 1996. Poniendo esto al margen de la historia, nadie puede quitar lo que Shimon Peres representó en la misma, gracias a su seducción, carisma, inteligencia, devoción al Estado de Israel y su gran anhelo por conseguir la paz en Medio Oriente.
Lamentablemente, esto último parecería ser que quedó lejos de su meta, y es que Peres supo bien conquistar con su imagen los ojos de Occidente, hasta el punto de ser considerado el líder sionista que más trabajó para acercar al mundo árabe a Israel, y siendo así alguna vez nos hemos preguntado ¿qué opina el mundo árabe sobre Peres? ¿Hasta qué punto su política y diplomacia pudo llegar a los países con los cuales debían hacer la paz? Creo que esta respuesta podremos encontrarla en las distintas reacciones por parte de los países musulmanes con los cuales Shimon Peres tanto quiso acercarse.
Si comparamos como trabaja la prensa árabe, con la prensa occidental, veremos que los países árabes saben cuidarse mucho respecto a sus opiniones, y en este caso se pueden ver tanto opiniones negativas, como también un silencio que llega no por falta de interés, si no por miedo a opinar.
La coincidencia también es parte de esta realidad, fijémonos que Peres falleció el pasado 28 de septiembre, el mismo día que murió Gamal Abdel Nasser (líder egipcio en la Guerra de los seis días).
Nasser fue una gran imagen del nacionalismo árabe, sumémosle a esto que la semana pasada se conmemora en la Autoridad Palestina los 16 años del nacimiento de la segunda intifada. Sin duda honorar a un líder sionista no es algo que será fácil ver, y no solo por los acontecimientos marcados, también por la imagen que ciertos líderes árabes deben mantener.
La reacción más positiva podemos verla justamente por parte del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbás, que presenció el funeral de Peres. Tanto la prensa israelí como la internacional se deleitó con el hecho de que este líder haya recordado al difunto ex-Presidente como la persona que más hizo para conseguir la paz, sin tener en cuenta las críticas que al día siguiente tuvo que comparecer por la prensa palestina.
La muerte de Shimon Peres, fue recibida con una ráfaga de odio en las redes sociales del mundo árabe, comentarios como “terrorista”, “asesino” y “criminal contra los derechos de humanos”, fueron algunos de los comentarios en su memoria. Que el conflicto palestino-israelí cree un odio en las dos sociedades que lo integran no es algo nuevo para nosotros, como tampoco es algo nuevo por lo contrario ver grupos palestinos e israelíes que toman la iniciativa e intentan de diversas formas llegar a una convivencia. Quizás la iniciativa más importante -estando de acuerdo o no con ella-, pero que llegó a los mandos políticos, fue el famoso tratado de Oslo, donde el político Ahmed Qurei, quien fuera uno de los arquitectos de dicho tratado, pionero junto con Shimon Peres, decidió no dar opinión alguna sobre su muerte optando por un rotundo silencio por miedo al que dirán.
Incluso podemos decir lo mismo de los estados árabes moderados como Egipto y Jordania, que tienen tratados de paz con Israel, estos guardaron silencio, no dieron ninguna palabra oficial, ni el presidente egipcio Abd al-Fattah al-Sisi ni el rey Abdullah de Jordania.
Por el momento, fuera de Mahmoud Abbas no hubo ninguna declaración oficial a favor del difunto, y en lo que se refiere a la imagen de Peres, podemos ver que lo poco publicado en algunos medios de comunicación como en el Líbano, describen a Shimon Peres, como responsable de la matanza de Qana en 1996, y otros medios, lo condecoran con el título de "padre del programa nuclear israelí" en su más sentido negativo de la frase. Parece que los líderes palestinos y el resto de los países árabes moderados, temen a las reacciones de la población árabe en sí. La prioridad de estos hoy, es mantener a sus sociedades tranquilas y evitar las críticas que pueda incitar a la opinión pública en contra de ellos.
Quien fuera el líder más reconocido por su actividad social y premio Nobel a la Paz, no logró con su muerte conmover a los países árabes. Para los Palestinos Oslo es un asunto olvidado, y hoy quien fuera el pionero de dicho tratado también se fue de este mundo. Más allá del conflicto palestino-israelí, parecería ser que el temor de decir una palabra a favor de Israel es mucho más grande.
El mismo Shimon Peres escribió un libro que se llamó "El nuevo Oriente Medio" el cual se publicó en inglés por el año 1993, dicho libro tiene un capítulo titulado "Normalización con el mundo Árabe". En este interesante capítulo, Peres describe una serie de ideas de como la normalización podrá aclarar la situación al conflicto, lo interesante es que justamente el mundo occidental aplaudiendo esta afortunada idea, pasó por alto la opinión de los países musulmanes a los cuales estaba dedicado. La crítica se basó en que todo el plan de normalización que expuso Peres, solo juega a favor de los países de Occidente y que el libro no tiene ningún significado para ellos, ya que según sus puntos de vista estaba totalmente desalineados con el resto de los países islámicos. Lamentablemente, el romanticismo con el que se trata de lidiar con el problema, está lejos de concretar algo.
En los próximos días veremos cómo la prensa árabe estará con el ojo puesto sobre las distintas opiniones de los líderes árabes sobre el fallecimiento de Peres, si es que alguno se atreva a decir algo. Mientras tanto en la otra gran parte del mundo Peres será recordado como el gran estadista que intentó fomentar la paz. Quizás por eso no fue un gran político, porque no pensó solo en los primeros cinco minutos de campaña para ganar votos. Peres, mal o bien, amado u odiado, fue de los últimos visionarios que marcó la historia del siglo pasado. Aunque no en todas las secuencias fue el protagonista, sí supo ser un actor que formó parte de esa historia que algún día será estudiada, recordada, hasta el punto de pertenecer a una memoria lejos de nuestra realidad pero recordada con un gran respeto. Quizás en lo personal me enorgullece decir que tuve la oportunidad de estrechar su mano, intercambiar una mirada que duró segundos desde que bajó de su coche hasta que se dirigió a mí, fueron unos segundos donde entendí qué es lo que yo tenía que hacer, a qué me tenía que dedicar, y como un orgulloso latino-israelí seguir cada día aportando a mi cultura, a mi país y a mi gente. Siguiendo siempre la sabiduría de sus palabras para triunfar: "Cuanto mayor es el sueño, más espectaculares serán los resultados", Shimon Peres.