El Futuro de Turquía Después del Triunfo del Contra-Golpe de Estado
Turquía se encuentra en un proceso interno similar al de Irán en 1979. El triunfo del contra-golpe de Estado en julio de 2016 no fue resultado de las fuerzas democráticas o liberales, sino de las fuerzas islámicas: una movilización política-religiosa en las calles en defensa de Erdogan (que Turquía no había experimentado en más de cien años).
Dentro de la política interna de Turquía, y después de cada golpe de Estado, el Ejército surgía como el actor unificador: el protector del orden político diseñado por Mustafá Kemal Ataturk en la década de 1920. Al disparar contra su propio pueblo en el fallido golpe de Estado – algo que no había hecho antes -, el Ejército se anuló a sí mismo. ¿Quién será el nuevo actor unificador? Erdogan, y éste podría utilizar su renovada legitimidad y a su nuevo aliado político – el fervor religioso en las calles – para consolidarse a sí mismo como un líder islámico.
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Para favorecer sus aspiraciones personales (ser el jefe de Estado, de Gobierno y de Partido), la posición política de su partido – el Partido de la Justicia y el Desarrollo, AKP – y los intereses regionales de Turquía. Erdogan tiene dos opciones que se complementan entre sí: institucionalizar el movimiento (estructura islámica: líderes religiosos y mezquitas) e institucionalizar los sentimientos (exaltación religiosa).
A mediano y largo plazo, estos cambios internos alterarán inevitablemente la dinámica de equilibrio de poder en el Medio Oriente: Turquía es un actor regional en ascenso y se podría convertir en un actor comparable - en poder, ideología y atractivo regional – al Imperio Otomano. ¿Qué acciones tomarán sus vecinos para contenerlo?
Ante su renovado espíritu y fuerza, surgirá la pregunta más importante: ¿Será Turquía un Estado-Nación (con intereses limitados y que opera según las reglas establecidas), será un Imperio en reconstrucción o será una causa? Si se define como un Imperio, ¿Cuáles serán los límites territoriales e influencia de éste? ¿Cuáles serán los medios para extender sus dominios? Si se define como una causa, ¿será una causa turca que se extienda hacia Asia Central y el Cáucaso lo que generará una competencia geopolítica contra Rusia? ¿Será una causa sunita que se extenderá a través de Irak y Siria? ¿Optará por convertirse en una causa islámica que amenazaría la posición regional de los otros tres actores regionales: Arabia Saudita, Irán e Israel?
Finalmente, ¿Cuál será la relación de Estados Unidos con una Turquía en ascenso que redescubra su identidad islámica? Washington se apresurará a fortalecer sus lazos con Ankara por una razón: Turquía está en proceso de convertirse en un participante activo del nuevo equilibrio de poder en el Medio Oriente y en un sólido punto de apoyo para la diplomacia estadounidense en la zona. El éxito de la participación diplomática de Estados Unidos en la zona estará determinado en la medida que Washington esté más cerca de Ankara, Jerusalem, Riyadh y Teheran de lo que éstos puedan estar entre si.
*Maestro en Ciencia Política y Licenciado en Relaciones Internacionales.